Florida: Producción de Cítricos Enfrenta Oscilaciones
Publicado en: 05 de Abril de 2025
Florida es tradicionalmente conocida por su producción de cítricos, especialmente naranjas. En la temporada 2023 y 2024, la producción de naranjas aumentó un 14% en comparación con la temporada anterior, totalizando 18 millones de cajas. Sin embargo, la producción de toronjas tuvo una ligera caída del 1%, quedando en 1,79 millones de cajas.

Imigrantes na colheita da uva

Trabalhadores agrícolas nos EUA
Estas cifras señalan una recuperación tras los impactos severos del huracán Ian, que azotó el estado en 2022. Expertos del sector agropecuario celebraron el crecimiento como un alivio momentáneo para los productores que venían enfrentando años de pérdidas sucesivas.
A pesar de los avances recientes, el optimismo se vio opacado por las previsiones para la temporada 2024 y 2025. Según análisis del Departamento de Agricultura de EE.UU., se espera una reducción significativa del 16,8% en la cosecha de naranjas en comparación con el ciclo anterior. La principal causa de esta disminución fue el huracán Milton, que azotó Florida en octubre de 2024, provocando daños en huertos enteros.
Además de los daños físicos, el huracán también contribuyó al aumento de enfermedades como el greening, que afecta el desarrollo de los frutos. Los agricultores han alertado sobre los crecientes costos para mantener la productividad frente a los cambios climáticos y los eventos extremos que se han vuelto más frecuentes.
La industria citrícola de Florida sigue siendo vital para la economía local, pero el escenario refuerza la necesidad de políticas públicas de apoyo e inversiones en tecnologías agrícolas más resilientes.
Florida es responsable de aproximadamente el 70% de la producción total de naranjas de Estados Unidos, siendo la mayor parte destinada a la fabricación de jugo. El sector genera miles de empleos directos e indirectos, especialmente en las regiones central y sur del estado. Ciudades como Lakeland, Winter Haven y Sebring concentran la mayor parte de las plantaciones e industrias procesadoras.
A lo largo de las últimas décadas, la citricultura de Florida ha enfrentado numerosos desafíos: desde enfermedades como el greening y el cancro cítrico, hasta cuestiones económicas relacionadas con la competencia internacional y la variación en los precios del jugo de naranja en el mercado global. El greening, causado por una bacteria transmitida por insectos, ha sido particularmente devastador: impide que los frutos maduren adecuadamente, volviéndolos amargos e inutilizables para el consumo.
Según expertos del sector, los efectos acumulativos de enfermedades, tormentas tropicales y fluctuaciones en los precios internacionales han obligado a muchos pequeños productores a abandonar sus tierras o venderlas a grandes corporaciones. En 2024, el número de productores independientes alcanzó el punto más bajo de las últimas tres décadas, con una reducción de más del 40% en comparación con el año 2000.
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Inmigrantes trabajando en los viñedos.
El Departamento de Agricultura de Florida y la Universidad de Florida han estado invirtiendo en investigación para el desarrollo de variedades de naranja más resistentes y en la introducción de tecnologías como el riego controlado, el uso de drones para monitoreo y la fertilización de precisión. A pesar de estos avances, el retorno sobre estas inversiones sigue siendo lento y depende de políticas públicas más amplias para generar un impacto a gran escala.
Paralelamente, organizaciones agrícolas han estado presionando al gobierno estatal y federal para aumentar los subsidios al sector, promover campañas para el consumo de jugo de naranja nacional y establecer barreras contra la entrada de productos importados con precios inferiores al costo de producción doméstico.
El huracán Milton, que azotó la costa oeste de Florida en octubre de 2024 con vientos superiores a 180 km/h, fue uno de los eventos climáticos más destructivos de la última década. Además de causar la caída de millones de frutos aún verdes, el impacto en las estructuras de riego, almacenes de almacenamiento y maquinaria comprometió toda la cadena productiva local. Se prevé que las pérdidas directas superen los 900 millones de dólares.

Inmigrantes trabajando en los viñedos.
Según el informe de Blue Book Services, especializada en el sector agrícola, los efectos del huracán se seguirán sintiendo durante toda la próxima temporada. La reestructuración de los huertos podría tardar hasta dos años, y muchos agricultores reportan dificultades para acceder a crédito y seguros agrícolas que cubran catástrofes naturales.
En respuesta a la crisis, el gobernador de Florida anunció un paquete de emergencia de 250 millones de dólares para apoyar la recuperación del sector citrícola. Estos fondos deberán utilizarse para la reconstrucción de estructuras, compra de plantones resistentes al greening e incentivos para el mantenimiento de mano de obra agrícola especializada.
Sin embargo, representantes de cooperativas afirman que los valores aún son insuficientes y que muchos productores no tienen fácil acceso a la documentación exigida para solicitar los recursos. También hay críticas a la lentitud en la liberación de los fondos federales destinados al sector tras desastres naturales.
La inestabilidad en el sector citrícola de Florida también impacta el mercado consumidor. Con la oferta reducida, los precios del jugo de naranja concentrado congelado (FCOJ), negociado en la bolsa de Nueva York, registraron un aumento del 32% en el último trimestre de 2024. Esto afecta directamente a empresas de bebidas y supermercados, que necesitan trasladar parte de los costos a los consumidores.
Especialistas señalan que, sin una reestructuración profunda e inversiones continuas en innovación, Florida podría perder su protagonismo en el sector frente a otros estados productores como California y Texas, o incluso frente a países como México y Brasil, que han estado aumentando sus exportaciones de jugo de naranja al mercado estadounidense.
Aun así, organizaciones como la Citrus Research and Development Foundation mantienen programas de incentivo a la investigación científica enfocada en la citricultura. Entre las innovaciones en curso se encuentran el uso de biotecnología para inmunizar plantones contra plagas y enfermedades, así como la creación de sistemas de cultivo vertical que ocupen menos espacio y resistan mejor a eventos climáticos extremos.
La población local también ha participado en campañas de concienciación y consumo de productos regionales, en apoyo a los productores afectados. Ferias agrícolas, actividades en escuelas y asociaciones con chefs locales han sido algunas de las estrategias para valorizar los productos cítricos de Florida y garantizar la continuidad de una tradición centenaria.
La reconstrucción del sector no depende solo de factores climáticos favorables, sino de una articulación entre el gobierno, productores, universidades, cooperativas y consumidores. Florida sigue siendo un símbolo de la citricultura norteamericana, pero el camino hacia la resiliencia exigirá unión, planificación e innovación constante en los próximos años.
Fonte original: AcheiUSA